Son varias las habilidades que hay que reunir para convertirse en líder. Pero hoy quiero escribir sobre la consideración hacia los demás, una habilidad que forma parte de la inteligencia interpersonal. En los tiempos que estamos viviendo, la unión es fundamental para poder ayudarnos en una crisis colectiva tan bestial, de forma que podamos obtener lo mejor de cada persona y sumar para, entre todos, vencer esta pandemia. Comportamientos negativos como la desconfianza, desmerecer o culpar a otros de sus (o tus) errores y criticar de manera destructiva lo que otras personas hacen con la intención de aportar ideas o soluciones en esta experiencia única sin precedentes, mostrar faltas de respeto por los demás como infravalorar o realizar críticas destructivas sobre la persona, terminan con la quiebra de los equipos, el desánimo y la desesperanza, para dar paso a un único ganador, el ego de quien se comporta de esta manera. Como decía Facundo Cabral, “culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida; es distraerse de ella”.
¿Cuántas veces hemos escuchado aquello de que ser líder y ser jefe no es lo mismo? Ser líder considerando primero a los demás requiere de una gestión de sí mism@ desarrollando, entre otras capacidades, el poder personal y la autenticidad.
Poder personal visto desde la perspectiva de la capacidad de hacer que una situación se transforme. Es en el momento en que ocurre esa situación es cuando podemos decidir si utilizamos o bloqueamos nuestro poder personal. En estos momentos, algunas personas están viviendo un “shock vital”, esos momentos en la vida en los que decides sí o no a salir reforzado. Salir reforzado es decir sí al crecimiento, a la resiliencia, a la empatía, a la determinación, al trabajo en equipo…. No salir reforzado es decir sí a la falta de empatía, a ser inactivo, a poner palos en la rueda o al victimismo…
Ser auténtico no significa decir, “yo soy así, si me quieres bien y si no, nada. No voy a cambiar a estas alturas” como todos hemos escuchado. Ser auténtico es ser confiable, coherente y conocido por los demás. Ser auténtico requiere de mucha valentía, requiere de tener el valor suficiente para interactuar con los demás sin máscara, sin querer aparentar lo que no se es, y también requiere del valor suficiente para evitar interactuar con algunas personas cuando eso sea lo mejor.
Por lo contrario, si actúas como una persona egocéntrica y tratas de desvirtuar la realidad solo para que te tengan en cuenta, impresionar al grupo o aparentar que haces algo, ni harás bien ni te harás bien.
Somos interdependientes, antes y ahora, por eso creo que merece la pena hacer una reflexión sobre qué estoy haciendo para considerar a los demás en esta crisis, a las personas que se han quedado sin empleo, a las personas que están en un ERTE, a los equipos que están remando para salir de esta situación con mucha dificultad, a los que toman decisiones, a los más vulnerables o a tu grupo profesional o familiar.